Pues hoy quiero escribir sobre este tema, que algunos me están calentando la boca –o mejor dicho, el teclado-. La semana pasada se daba en directo durante el programa de Iker Jiménez la noticia de que los organismos de salud empezaban a reconocer la transmisión aérea del Covid-19. Esto para un periodista puede suponer un cataclismo en cuanto a exclusiva, pero no es nada que un científico (o cualquier persona sensata) no tuviera ya en mente. Adivinen ustedes para qué llevamos máscaras. Pues sucede que las gotas venenosas de salivilla que expulsan los adolescentes en reuniones sociales y sin mascarilla, o los que fuman a tu lado (dicho sea de paso) circulan por el aire. El problema viene cuando aparte de gotas gordas se generan gotitas pequeñas que no caen al suelo y vuelan libres por el aire, de la misma forma que los humidificadores de ultrasonidos generan una neblina fina que puede llegar a dispersarse igual que el humo: estamos hablando de los aerosoles.
Esto no es nada nuevo ni nada diferente que no supiésemos los científicos, ni nada sobre lo que haya que preocuparse de una forma adicional como ahora os explicaré. El problema es que en los medios de comunicación se suele escuchar poco a los científicos, y así nos va. Me tiro a un charco, pero opino que en lo que se refiere a ciencia o a aquello sobre lo que llevas 25 años formándote, la opinión de un experto vale más que la de un paisano. No es soberbia, son callos. Y el problema es que en muchos medios se confunde informar con dar cobertura a las diferentes opiniones (perfectamente formulables), pero supuestamente con la misma validez unas que otras. Gran error, porque la finalidad de los periodistas es contrastar la información y ponderar estas posturas. Si mezclamos la ocurrencia de un cantamañanas con afán de que lo vean los colegas (opinólogo creo que se llama cuando tiene contrato en la tele), y lo ponemos a discutir dándole la misma credibilidad que a otro que lleva toda la vida sufriendo sobre lo que habla, el resultado puede ser que el segundo se desquicie; porque este atiende a razones, pero el primero se las pasa por el arco del triunfo.
Y así pasa lo que pasa. Que tenemos los medios envenenados con negacionistas del virus, feroces antivacunas, terraplanistas, reptilianos, conspiranoicos y amantes bandidos a mogollón. Entre estos y los ninis sobreprotegidos, sin formación ni callos en las manos que milagrosamente curran de políticos (de todos los colores) vamos viento en popa…
Lo que pido es que dejéis hablar a los técnicos, a los expertos. Que se pongan de acuerdo entre ellos porque les interesa realmente. Y a los otros, a TODOS, les podíamos dejar de hacer caso un rato; venga, una prueba. En Holanda estuvieron sin gobierno casi un año y fue todo mejor que nunca, a ver si va a ser eso…
Pues en relación a los aerosoles da la casualidad que sobre dispersión de estos o de difusión de contaminantes sé un poco, porque una de las asignaturas que imparto es la que estudia su transporte. Y lo que estamos haciendo es determinar la forma en la que se dispersa el maldito aerosol en diferentes ambientes. La buena noticia es que por que nos topemos con una molécula de virus no va a pasar nada, solo enfermamos a partir de una cierta concentración o carga vírica. La enfermedad se puede desarrollar por estar en contacto o sufrir una dosis puntual muy alta, o bien ir acumulando durante cierto tiempo una dosis pequeña, como puede ocurrir en un sitio cerrado. Pues esto es lo mismo que pasa con los contaminantes, y es sobre lo que llevo trabajando la mitad de mi vida (no digo mi edad). La Ingeniería Química permite predecir, por ejemplo, cómo evolucionará la contaminación de un vertido de una fábrica a medida que este se desplaza por el aire o por el curso de un río. Fiaos un poco de mi trabajo y no le peguéis un manotazo a mis papeles igual que un negacionista le da un manotazo al tablero de ajedrez cuando empieza a perder la partida. La ventaja de los científicos es que siempre se nos puede hacer preguntas, siempre tenemos una base contrastada sobre la que afirmar e incluso debatir. Preguntad por qué mil veces, no os canséis de pedir explicaciones. Y como no me quiero extender, si os interesa lo de los aerosoles os lo cuento hoy a las 19:00 en una pequeña entrevista en directo, con Andrés García, un tipo muy majo. Divulgador y científico. Preguntad lo que os dé la gana. Os esperamos. Hay que pinchar en cualquiera de estos enlaces:
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Un comentario en “Dispersión de aerosoles de Coronavirus”