Sois la resistencia

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir al acto de graduación de los alumnos egresados en la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas. Pese a los muchos años de servicio o tiros pegados, frente a la piel dura y los callos que he hecho con mis compañeros escalando cerros de excusas administrativas para crear una universidad, sembrando con mula mientras los señoritos de otras comunidades pijas araban con Ferrari (esto es otra historia, que aparco de momento porque me enciendo); he de decir que esta piel de gratino se emociona al ver la calidad de la cosecha de esta tierra y de esta Universidad. Pese a todo, o precisamente por ellos, por aquellos abuelos que hincaban con rabia el azadón en la tierra o por sus hijos, vuestros padres, que supieron aprovechar la oportunidad para pasaros el testigo a vosotros.

Pasando el testigo

Y de esa historia, que surge con el sueño de tener una universidad en la región, sabe mucho el padrino de vuestra graduación, Ernesto Martínez. Gran acierto por vuestra parte haberlo elegido y sentidas y revolucionarias sus palabras para el mundo blandito en el que nos movemos.

Ernesto os habló a calzón quitado, como se habla a un hijo o a un compañero. Porque ahora sois compañeros nuestros, no sé si os habéis dado cuenta. Decís que habéis vivido muchas cosas y es cierto, pero os aseguro que ahora empieza vuestra historia. Y el padrino empezó a poneros tarea, a exigiros cosas, muchas y muy necesarias para que esto no reviente, porque en realidad sois nuestra última esperanza. Sois la resistencia.

La resistencia y su combustible

Os pidió que os enfrentaseis a los propagadores de noticias falsas, asumiendo un compromiso con la verdad en lo personal y lo profesional. En los ámbitos de vuestro trabajo y en el enorme impacto que va a tener en la sociedad. Va a ser crucial, creedme. Porque sois los portadores de la ciencia, del método científico, de la verdad. Y vais a tener curro imponiéndoos a tanto cantamañanas opinólogo, que sabe de todo porque ha leído un par de hilos de Twitter o le han dado unas consignas fáciles de balar, beeee…… Y os van a tentar, os lo aseguro, porque es difícil nadar en contracorriente. Pero aguantad, os lo ruego. Sois nuestra esperanza.

Aquellos por los que pondréis la mano en el fuego

Ernesto os pidió que siguieseis el camino del esfuerzo, que trabajéis en ser merecedores y no en creer que se merece todo a priori por turnos o cuotas. Solo es cuestión de sentido común y buen juicio. Os pidió, más que hablar, resolver problemas y dar ejemplo a la vez que ser respetuosos con los demás. Que os fundamentéis en la legitimidad y la razón y que seáis ponderados y no sectarios. El discurso me parece todo un mapa de carreteras para moverse en la vida o encontrar el tesoro. Tomad aliento y usadlo, que bien nos hace falta a todos.

La carretera de la vida

La vicerrectora os pidió además que seáis buenas personas y que nunca olvidéis lo que sois ni de dónde. Y que siempre volváis a casa. Y el decano que vuestros límites son únicamente aquellos que os imponéis. Después de estas palabras no puedo añadir nada. Simplemente os quiero hacer que recordéis este momento, que es vuestro, ahora que lo tenéis fresco. Porque creéis que es importante, pero todavía no podéis valorar la importancia que en realidad tiene, como lo valoramos los que ya le hemos dado la vuelta al jamón de la vida. En mi caso siempre recuerdo ese instante y a mis amigos, que fueron apoyo y referencia para mí y para la sociedad el resto de mi vida. Algunos por desgracia ya no están, pero os aseguro que el espíritu que nos inculcaron, la responsabilidad y el buen hacer, siguen intactos. Y que por todos ellos sigo poniendo la mano en el fuego. Porque con ellos me iría a colonizar marte si hiciera falta.  

«Las amistades se nutren de rondas de vino, estocadas hombro con hombro y silencios compartidos…» (Pérez Reverte)

A vosotros os toca algo complicado, dado el mundo que os dejamos. No es culpa vuestra, pero tenéis la ventaja de teneos unos a otros, y eso es enorme, os lo aseguro. En esto juego con ventaja porque ya se cómo acaba vuestra película, que es la mía. Por eso exigid a los viejos que os den una oportunidad, que den un paso atrás. Pegad un puñetazo en la mesa en la que cacarean gallinas, porque sois los únicos que podéis hablar con propiedad sobre alimentos, sobre energía, sobre cambio climático, sobre medio ambiente, sobre sostenibilidad… Salid a comeos el mundo porque sois lo mejor que tenemos. Recordad que sois nuestra última esperanza. Sois la resistencia.

Hace un rato, dos químicos de bata multicolor se besaban en la marcha analítica, debajo de un árbol y sin que les importara la lluvia. Dispuestos a mojarse por las cosas que merezcan la pena. A vivir por lo que haya que vivir para cumplir sus sueños, como el que tuvisteis de acabar la carrera, y seguir soñando como vosotros ahora. ¿Sabéis? Pese a todo, hay esperanza para el mundo.

Photo by Pixabay on Pexels.com

Publicado por docgracia

Investigador, ciclista y escritor...

Un comentario en “Sois la resistencia

  1. Precioso, por lo valioso, resumen de semejante mensaje de Ernesto Rodríguez. Aunque no tengo el gusto de conocerle, ya le aprecio por el valor de su mensaje. Enhorabuena!! a los graduados, recordad la inmensa tarea que tenéis ante la sociedad siendo buenas personas y mejores profesionales.

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