Dicen que el cerebro humano es increíblemente plástico. Que se adapta a los estímulos recibidos en el aprendizaje para amoldarse al entorno. Por lo visto, cerebralmente no diferimos tanto de un congénere de hace 40.000 años. De hecho, si trasladásemos desde pequeño a uno de nuestros antepasados a nuestros días no notaríamos la diferencia. ElSigue leyendo «Hemos fracasado»